El tiempo de las rosas, sobre Largo tiempo para charlar de Noelia Rivero (por Gabriel Martino)

 








EL TIEMPO DE LAS ROSAS

 

La voz lamenta con palabras de este mundo no haber podido escribir un libro de perfume, mientras las cosas se guardan de cantar la canción que las vuelve visibles.

El día está ganado de malezas y las malezas llenas de animales que saltan cuando uno pisa: moscas, monos, gusanos, abejas, avispas, cucarachas, ciervos, lechuzas, chingolos, ranas, cuises, culebras, mariposas, ratas y colibríes. Y el fuego que amenaza estas páginas llenas de transparente misterio.

Difícil situarnos -ciudad, campo, mar- afirmar el pie en estas metáforas: la v de los pájaros, la luz sobre el perro, todo es efímero, todo está para siempre sujeto a mudanza. 

Acaso esto no sea más que la música en el corazón de la niña que observa la lluvia sobre los campos.

Tus ojos, ¿qué han de beber?

Siempre se trata de intentar volver a formar parte de ese paraíso de que nos privó la inteligencia, cuando ni siquiera habríamos dudado en sumarnos al ritmo luminoso de los insectos.

Charlemos sobre nada, sobre la dicha, que el tiempo, que no existe, pase sin ser percibido, que se beba sus propias muertes.

Olor a bosta leve, temprano en la mañana.

 






CHINGOLOS

Pian tres cabecitas en el nido al ras del suelo.

Muy arriba, pasa el chiflón. Belleza.

Olor a bosta leve, temprano en la mañana.


El alero gotea el frío de la noche,

resbala como maná para los insectos transparentes,

verdes, tornasolados, cobrizos

como la miel que hacen las avispas para ellas solamente.


Un chingolo con un insecto dorado, alado, en el pico.

Una tarde en que triunfó junto a sus hijos.


Hoy, la mañana del nido vacío.

La mañana de la gata preñada de sangre.

 

 LA LLUVIA

liviana y fraterna

sobre los campos dormidos

que aceptan este sonido siempre de pasitos,

ese nido de mínimas hojas,

de insectos;

todas esas perlas

que van siendo bebidas.



PELI JAPONESA

Las rosas sobre el corazón de la reja.
Es verano.
La amante cree.

En el siguiente cuadro desaparecen las rosas.
Es invierno.
El viento hace temblar el ramaje tortuoso.
Pero la amante aún cree.

La reja de su corazón guarda el tiempo de las rosas.


Noelia Rivero
en "Largo tiempo para charlar", La Ballesta Magnífica, 2022.

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